León I Magno
    [930] (+ 461)  

 
   
 

 
   Pontífice desde el 440. La posteridad lo llamó "Magno" por la importancia de su pontificado, pues a él se debió el incremento del prestigio pontificio. Nació en Toscana, Italia. Había recibi­do excelente educación por la familia noble a la que pertenecía. Fue Diácono del Papa San Celestino y de Sixto III. Enviado por éste como em­bajador a Francia, lo eligie­ron Papa en su ausencia, al morir Sixto.  Su tiempo de gobierno estuvo carac­terizado por las invasiones de los bárbaros en Italia y por las herejías.
   Luchó contra los bárbaros de Atila, a quien salió a detener a las puertas de Roma el año 452 y de quien logró que no destruyera la ciudad, pues los hunos invadían Italia y amenazaban Roma. Se empeñó contra diversas herejías que se extendían por los reinos cristia­nos, espe­cialmente el monofisismo.
   Sus sermones en todas las fiestas se hicieron famosos. Se conservan 96, que son claros, profundos de sana doctrina y bello estilo. Se conservan 144 cartas. Su fama de sabio fue enorme. Al leer su  enviado al Concilio de calcedonia la carta que enviaba a los reunidos, los 600 Obispos presentes exclamaron: "San Pedro ha hablado por boca de León".
   El año 455 invadió Italia Genserico, caudillo de los vándalos. No logró San León que no entrara en Roma, pero sí obtuvo que no incendiara la ciudad ni matara a sus habitantes. Roma fue saqueada pero apenas si el invasor asesinó a ningún ciudadano.
   El pueblo romano sentía por él una gran veneración. Sus intervenciones en las obras Iglesias fueron múltiples. Con su acción el Papa­do tomo la primacía en la Iglesia.
   Murió el 10 de Noviembre del año 461. Fue proclamado Doctor de la Iglesia el 20 de Septiembre de 1295 por el Papa Bonifacio XIII.